jueves, 29 de diciembre de 2011

¡FELICES FIESTAS Y MAGNÍFICO 2012!


¡Feliz Navidad! ¡Feliz Nochevieja! ¡Felices Reyes Magos! Qué periodo más bonito la Navidad, momento de reencuentros y reuniones familiares, y época con la tasa más alta de ataques al corazón... ¡Qué bonito todo!

Celebramos que nace el niño Jesús, que viene Papá Nöel, que vienen los Reyes Magos (dependiendo del país en el que estemos)... resumiendo, CELEBRAMOS. Y en esta vorágine de celebraciones, gritamos, nos enfadamos, fingimos para pasar el trámite, renegamos, nos quejamos por tener que dar tantos besos y, en definitiva, afloran todos esos sentimientos y emociones que el resto del año mantenemos a buen recaudo pero que nos superan durante estos días. ¡Si es que vamos provocando!. ¿A quién se le ocurre reunir a toda la familia y esperar que, de repente, todos nos llevemos bien? Si eso no pasa el resto del año ¿Qué tienen de especial estas fechas para que algo cambie? ¿Por qué ha de ser distinto?... ¿Y por qué no?...

Todos los años enfocamos las fiestas de la misma manera y, lógicamente, ocurre lo mismo una y otra vez. Todos los años pensamos ¡Uf, la que se me viene encima!, y todos los años, se nos viene encima. ¿Qué ocurriría si, en vez de pensar en todo lo que ha ocurrido otros años, en vez de adoptar la misma actitud que el resto de años, decidiéramos cambiar algo? ¿Qué pasaría si, en vez de actuar acorde a una decisión "impepinable" que tomamos sobre alguien o algo diez o veinte años atrás, nos permitiéramos ver el AHORA de esa persona o situación? ¿Si en vez de quedarnos atascados en la inercia del pasado nos convirtiéramos en directores activos de nuestra vida? ¡Quién sabe lo que pasaría! Igual hasta conseguimos ser más felices... lo que es seguro es que lograremos unas fiestas distintas, y una percepción del futuro mucho mejor que la que teníamos.

Sólo actuando acorde a la respuesta de esta pregunta: ¿QUÉ HARÍAS SI NO TUVIERAS MIEDO? (gran frase del libro: "¿Quién se ha llevado mi queso?")comenzaríamos a forjar las "Fiestas Perfectas" ya que, si no tuviera miedo a dejar ir mi orgullo, probablemente abrazaría a esa persona que hace unos años me hizo sentir mal. Si no tuviera miedo a parecer débil, probablemente le diría a esa persona lo importante que es para mí. Si no tuviera miedo a sentirme ridículo, daría besos y abrazos a toda mi familia y amigos, incluso a más gruñón de todos. Si no tuviera miedo a perder la compostura y esa fachada de "que todo lo puedo", diría más Te Quieros y pediría ayuda y consuelo cuando lo necesitara. Si no tuviera miedo a dejar detrás todo lo malo que me ha ocurrido en el pasado y me atreviera a disfrutar del momento presente, sería feliz.

Hay quien ve en estas fechas falsedad, obligaciones, y que si el resto del año no hablas con "Pepito", por qué has de hacerlo ahora. Yo veo una oportunidad, un momento en el que tienes la posibilidad de cambiar tu vida y tu relación con los demás. Una excusa que viene de fuera y te puede servir para justificar tu cambio. Un momento mágico para lograr tu Paz Interior porque, te voy a contar un secreto... todo el rencor que guardas buscando castigar a ESA persona, ¡SÓLO TE HACE DAÑO A TI!.

Si con la excusa de las Fiestas Navideñas somos más amables, tanto con los demás como con nosotros mismos, aunque sólo sea durante un minuto... habrá valido la pena.

Queridos amigos, Gracias por estar ahí. Os deseo de corazón unas fiestas llenas de cambios y de Paz.

Un abrazo,
María MD.
www.lalumairisada.es

viernes, 23 de septiembre de 2011

¿Por Qué Mentimos? Parte I


Hay una frase que reza más o menos así: "Todos tenemos dos motivos para hacer las cosas, uno el que presentamos a los demás y otro el verdadero".

Podría terminar ya la entrada del blog, porque tendríamos mucho acerca de lo que pensar sólo con esa frase. Lo bueno de leer y no tener a una persona delante que espera una respuesta, es que podemos permitirnos "el lujo" de ser más sinceros y asentir cuando sentimos que "nos han descubierto".

¿Por qué nos cuesta tanto ser sinceros? ¿Por qué mentimos pese a sentirnos mal haciéndolo? ¿Tan grande es el castigo que nos espera si decimos la verdad?

Hay muchos motivos por los que mentimos, pero uno de ellos, puede que el más grande, es porque "creemos que hemos hecho algo malo a los ojos de la otra persona". Pensamos por los demás y llegamos a conclusiones fundamentadas por nuestra propia opinión. Quizás sea cierta nuestra conclusión, quizás a la persona que tenemos delante le vaya a molestar aquello que hemos hecho pero, si eso es cierto, y queremos nuestro bienestar, tenemos dos opciones:

1.- Decir lo que hemos hecho, asumiendo nuestra decisión como algo propio.
2.- Dejar de hacer aquello que consideramos un problema o creemos que va a molestar a alguien.

¿Cuál es la opción que solemos escoger?

La 3.- Seguir adelante haciendo lo que estamos haciendo y ocultarlo y mentir. Esta opción genera estrés, malestar, nervios, nos cambia la forma de ser con las personas implicadas, y fuerza una relación incómoda en la que el desenlace no acostumbra a ser del todo agradable. El problema es que cuando hacemos nuestra elección, creemos que ya no hay marcha atrás, y que si hemos empezado a mentir "más nos vale mentir hasta el final", lo cual llega a ser en ocasiones cómico... (a todos nos viene a la cabeza la estupenda escena de "cariño esto no es lo que parece" ;o) ).

Como dice la Biblia: -"Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra". Todos hemos mentido y lo seguimos haciendo, pero estoy convencida de que, conforme más nos respetamos y respetamos a los que nos rodean, menos lo hacemos, o antes tomamos la decisión de parar. Ser sinceros no significa ser crueles, la sinceridad no viene del egoismo, viene de la humildad. Si haciendo algo, nuestro cuerpo reacciona con estrés, es una señal de que no estamos actuando de la forma que más nos conviene. Si nuestra actitud hacia alguien cambia por algo que hacemos y estamos ocultando, nuestro cuerpo está pidiendo a gritos que lo liberemos de esa tensión.

Mentimos por miedo, miedo a muchas cosas, miedo al cambio, a la decepción, al dolor, a lo desconocido. Todo lo que se hace por miedo bloquea, y frena todas las cosas buenas que circulan a nuestro alrededor, porque empezamos a no darnos cuenta de que están, estamos demasiado pendientes de que "no nos pillen", y perdemos una parte de nuestra vida. ¿Os acordáis del anuncio del borracho? Ese que ponía: "lo que cree que está ocurriendo" y luego la imagen de "lo que realmente está ocurriendo"... pues eso es lo que nos pasa cuando mentimos, creemos que vivimos una vida, pero estamos viviendo otra, desperdiciando energía y posibilidades de ser felices.

Nunca es tarde para liberarnos de estrés, tomemos la determinación hoy mismo, de empezar a querernos más y a pensar en todo lo bueno que podemos lograr relajándonos, quitándonos preocupaciones que en nuestra cabeza son mucho más grandes de lo que en realidad son. ¡Liberémonos de dolores de estómago, de espalda y de cabeza!

Bueno, poco a poco, que si todos nos liberamos de golpe de culpas, los psicólogos nos vamos a pique ;o).

Un abrazo enorme a todos los mentirosillos, y a ver si algún dolor de tripa nos podemos quitar.

María MD.
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Red Social LPI

lunes, 25 de julio de 2011

Requiescat In Pace

Recuerdo el momento exacto en que me di cuenta; el momento justo en el que supe que La Gratitud, había muerto.

Una gran amiga suya, y mía también, me contó algo que le había ocurrido.

“Un día esperaba en casa a que su familia llegara, todo estaba preparado, y la cena en la mesa. Se había molestado en hacer a cada uno su plato preferido, y se le saltaba el corazón de alegría sólo con pensar en ver las caras de felicidad de sus seres más queridos. Como era habitual, también esperaba que se presentara a cenar tarde o temprano La Gratitud, de hecho, había dejado su plato en el horno para que no se enfriara.

El tiempo pasaba y finalmente llegó la hora. Mi amiga pone la mejor de sus sonrisas y escucha la puerta. Todos entran y van directos a la mesa. Ella se queda mirando, esperando, pero ve que no entra nadie más y se sienta también. Todo ocurre muy rápido, la cena se termina, se levantande la mesa y se van. Según me dijo mi amiga, ella se quedó ahí esperando a La Gratitud que, hacía tiempo, la solía acompañar en esas ocasiones”.


Ahí me quedó claro que La Gratitud ya no se encontraba entre nosotros.

Había oído a la gente comentar que estaba enferma, aunque pensé que sería algo pasajero. De vez en cuando la llamaba pero no contestaba, quizás porque lo hacía demasiado tarde, después de haber estado con su prima, La Exigencia.

Me acuerdo de cuando podíamos ver a La Gratitud en todo momento, junto a los abrazos y besos, cerca de los regalos, al lado de cualquier esfuerzo y unida a cada amanecer. Poco a poco nos fuimos olvidando de ella, avisándola tan sólo en las ocasiones más especiales para, finalmente, terminar por apartarla de nuestras vidas.

Yo he tenido la suerte de haberla conocido bien, de disfrutar con ella gracias a mis padres que, siendo yo muy niña, me la presentaron. ¡Qué bien me sentía cuando estaba a su lado! Porque solía venir con algunas de sus amigas, como La Paz y La Tranquilidad, que me arropaban y protegían cuando más lo necesitaba.

Quizás sean estos, nuestros padres y abuelos, los que mejor puedan hablarnos de ella, porque cuando eran más jóvenes no había un solo día en el que no invitaran a comer a La Gratitud. La pobre no daba abasto, pero siempre estaba dispuesta para ayudar en lo que fuera necesario.

Creo que podemos considerarnos afortunados, porque todos los que estamos aquí reunidos hemos tenido el placer de tenerla a nuestro lado en algún momento.

Ha estado con nosotros cuando alguien nos apoyaba en los malos momentos, cuando encontrábamos un billete de 10 euros en el bolsillo del pantalón, cuando nuestros padres se esforzaban por proporcionarnos todo lo que podían o cuando nuestra pareja nos daba un abrazo cuando más lo necesitábamos.

Cuando me pongo a recordarla, lamento todas las veces que no la invité a venir a mi casa cuando antes sí que lo hacía. Lamento las ocasiones en las que me relacioné más con sus primos, La Exigencia, El Egoísmo y La Soberbia que con ella. Lamento todas esas ocasiones en las que la dejé fuera, aun sabiendo que estaba tras la puerta, tan sólo porque llegó antes El Orgullo.

Aun todo por lo que me lamento, me siento feliz por haberla conocido. Pero más feliz me siento porque, aunque ella se ha ido ha dejado a su hija. Nos ha nombrado a todos sus tutores, es muy pequeña, y tiene su mismo nombre.

Abrámosle la puerta de nuestras vidas y la veremos crecer fuerte y sana.

Abrámosle la puerta de nuestro corazón y podremos crecer junto a ella.


Gracias por haber formado parte de nuestras vidas.

“Todo nuestro descontento por aquello de lo que carecemos procede de nuestra falta de gratitud por lo que tenemos” Daniel Defoe

miércoles, 22 de junio de 2011

Un Mundo sin DEUDAS


¿Qué ocurriría si nadie le debiera nada a nadie?

Vamos por la vida rindiendo cuentas, desde que nacemos hasta que morimos. Buscamos hacer y devolver favores a cuenta de aquellos que en su momento recibimos. Sopesamos nuestras acciones según el valor de aquello que recibiremmos a cambio, y si hay un desequilibrio, creamos una deuda que buscaremos saldar tarde o temprano.

Si yo te debo algo, me percibo varios centímetros por debajo de ti y dejo de tratarte como igual para comenzar una "nueva" relación contigo. Esta nueva relación, más tensa que la anterior, conlleva un sentimiento de culpa y unas nuevas normas, en las que lo que antes estaba prohibido comienza a permitirse.

En un mundo sin deudas estaríamos, siempre, al mismo nivel.

En un mundo sin deudas seríamos libres de elegir qué hacer y cómo hacerlo, y lo haríamos sin pensar en "aquella persona" que en su momento nos ayudó a algo y que "deberíamos" corresponderle. Simplemente lo haríamos, sin más motivación que la que surgiera de nuestro interior.

En un mundo sin deudas, los paises dejarían de temer represalias, dejarían de ponerse a merced de aquel que ha "salvado" su economía a cambio de sus almas, y las de 1000 generaciones venideras. Los paises serían libres de crecer sin un tope impuesto por aquellos que temen que les superen.

En un mundo sin deudas los bancos, tal y como los conocemos, no tendrían sentido.

En un mundo sin deudas, dejaríamos de "tener que" pagar por aquello que hicieron nuestros predecesores. Pago que, por otro lado, nadie tiene la capacidad de decidir cuándo acaba, porque cuanto más se alargue, más "me llevo".

En un mundo sin deudas, todo el bien que hiciéramos, lo haríamos sabiendo que la única consecuencia es el bien en sí mismo. Y la persona que recibiera ese bien podría hacerlo desde la tranquilidad, libre de miedos, porque sentiría que la única intención de la otra persona es proporcionarle ese bien.

En un mundo sin deudas pensaríamos menos, MUCHO menos, y nos dejaríamos guiar por nuestra intuición. A la hora de hacer algo no pensaríamos en si nos compensa lo que vamos a conseguir de la persona ayudada "gracias" a nuestra acción, simplemente la ayudaríamos.

En un mundo sin deudas, los hijos estarían con sus padres por el simple hecho de querer estar con ellos, no porque "debo" o "tengo que", o por todo lo que han hecho o dejado de hacer por mí... lo harían simplemente por querer compartir ese momento de su vida con ellos.

Puede que no estemos preparados todavía para tener un mundo sin deudas, los cambios requieren de un proceso que comienza en cada uno de nosotros, y pasa por darnos cuenta de cómo actuamos ahora. Por eso os propongo 2 cosas:

1- Vamos a ser más conscientes del por qué de las cosas que hacemos, dejemos de engañarnos. Como dijo Nikola Tesla "El hombre siempre tiene dos razones para hacer algo: Una buena razón y la Verdadera razón". Seamos sinceros, aunque sólo sea con nosotros mismos, y veremos como nuestra forma de hacer las cosas y de relacionarnos con los demás va cambiando.

2- Hagamos (o demos) algo, de forma anónima, a alguien que lo necesite. No tiene que ser grande ni llamativo, cualquier pequeña cosa sirve :o).

Poco a poco podemos lograr cambios que ni siquiera podemos imaginarnos, y esos son los buenos, los que no podemos imaginarnos, porque requieren que hagamos algo que nunca habíamos hecho.

Muchas gracias por estar ahí!

María MD.
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jueves, 2 de junio de 2011

Una Pulsera para Cambiar el Mundo

Todos, en algún momento, hemos querido cambiar el mundo. Cualquiera de nosotros nos hemos imaginado en un mundo distinto, mejor o que, simplemente, se adecúa más a nuestra visión de las cosas. También la mayoría de nosotros hemos hecho algún intento para que ese cambio fuera un hecho, pero al enfrentarnos a algo de tales dimensiones, hemos desistido en el intento, sintiéndonos pequeños y sin posibilidades.

¿Cuál es el motivo de que, por mucho que nos esforcemos por cambiar el mundo, éste parezca que no quiere hacerlo? El motivo es que nos estamos enfocando en el objetivo equivocado. Buscamos cambiar el exterior manteniendo el mismo interior, es decir, "buscamos resolver problemas pensando de la misma forma que cuando los creamos" (Einstein). En lugar de intentar cambiar el entorno para adecuarlo a nuestra visión, es mucho mejor comenzar por modificar el interior para permitirnos "ver" con libertad y con todas las opciones disponibles.

Nuestra percepción crea nuestra realidad, y la percepción depende de nosotros, NO del entorno. Si modificamos nuestra percepción del mundo, dejamos de verlo como algo que temer y contra lo que luchar, nos enfocamos en lo que es positivo para nosotros, en vez de en lo negativo, y sonreímos más, el mundo comienza a cambiar.

Ya sé que decir todo está muy bien pero, y ahora, ¿Cómo lo hacemos?...

Tenemos a mano una sencillísima forma de transformar esas emociones negativas, ese miedo y esa alerta constante a la que respondemos sintiéndonos heridos y traicionados. Hay un sentimiento que ANULA la rabia, el victimismo, el miedo y la decepción, y ese sentimiento es la GRATITUD.

Después de darme cuenta de esto decidí crear la "Pulsera de Gratitud" y el "Proceso de Gratitud para el Cambio de Percepción", porque para cambiar el mundo necesitamos comenzar por cambiar nuestra percepción de él, y el sentimiento que más cambios produce es el de la gratitud.

Si quieres que te envíe la Pulsera de Gratitud junto al Proceso de Gratitud para el Cambio de Percepción, puedes solicitarlo aquí: Proceso de Gratitud

Cuántos más seamos, más rápido comenzará el cambio. Tú puedes hacerte tu propia Pulsera para Cambiar el Mundo, coge un cordoncito, un hilo, o cualquier pulsera que para ti no tenga ninguna connotación emocional y póntela. Funciona como recordatorio. Cada vez que la mires, comprométete a darle las gracias a alguien o a algo que tengas a tu alrededor, como "Gracias por el solecito que me entra por la ventana" o "Gracias por sonreirme al darme los buenos días", da igual. Verás como tu percepción de las cosas va cambiando conforme pasan los días.

"Cuando nos sentimos agradecidos nuestra visión se expande y nuestra percepción cambia" María MD.

Muchas Gracias por tu tiempo, ¡Vamos a cambiar el mundo! :o)

Un abrazo,
María MD.
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lunes, 21 de marzo de 2011

¿Pato o Águila?


¿Prefieres ser Pato o Águila? Suele ser habitual recibir muchos correos reenviados, y no todos valen la pena, pero siempre hay excepciones, y esta es una excepción magnífica. Tanto me ha gustado, que lo he transcrito tal y como lo he recibido (he cambiado alguna palabra, pero nada importante). Aquí está:


-"Un hombre estaba haciendo cola en una parada de taxis para poder ir al aeropuerto. Un taxista se acercó, y lo primero que notó al verlo fue que el taxi estaba limpio y brillante. El chofer bien vestido con una camisa blanca, corbata negra y pantalones negros muy bien planchados, el taxista salió del coche dio la vuelta y le abrió la puerta trasera del taxi.

Le acercó un cartón plastificado y le dijo: yo soy Jimmy, su chofer. Mientras pongo su maleta en el portaequipaje me gustaría que lea mi Misión. Después de sentarse, Rodrigo leyó la tarjeta: “Misión de Jimmy: Hacer llegar a mis clientes a su destino final de la manera más rápida, segura y económica posible brindándole un ambiente amigable" El hombre quedó impactado. Especialmente cuando se dio cuenta que el interior del taxi estaba igual que el exterior, ¡¡limpio y sin una mancha!!

Mientras se acomodaba detrás del volante Jimmy le dijo, "¿Le gustaría un café? Tengo unos termos con café normal y descafeinado". Rodrigo bromeando le dijo: "No, preferiría un refresco" Jimmy sonrío y dijo: "No hay problema, tengo una hielera con refresco de Cola normal y sin azúcar, agua y zumo de naranja". Casi tartamudeando, Rodrigo le dijo: "Tomaré la Cola sin azúcar". Pasándole su bebida, Jimmy le dijo, "Si desea usted algo para leer, tengo varios periódicos y revistas."

Al comenzar el viaje, Jimmy le pasó al hombre otro cartón plastificado:- "Estas son las estaciones de radio que tengo y la lista de canciones que tocan, si quiere escuchar la radio"

Y como si esto no fuera suficiente, Jimmy le dijo que tenia el aire acondicionado encendido y preguntó si la temperatura estaba bien para él. Luego le avisó cual sería la mejor ruta a su destino a esta hora del día. También le hizo saber que estaría contento de conversar con él o, si prefería lo dejaría solo en sus pensamientos. "Dime Jimmy, -le preguntó asombrado hombre- ¿siempre has atendido a tus clientes así?"

Jimmy sonrió a través del espejo retrovisor:- "No, no siempre. De hecho solamente los dos últimos dos años. Mis primero cinco años conduciendo los gaste la mayor parte del tiempo quejándome igual que el resto de los taxistas. Un día escuché en la radio acerca del Dr. Dyer un "Gurú" del desarrollo personal. Él acababa de escribir un libro llamado "Tú lo obtendrás cuando creas en ello". Dyer decía que si tu te levantas en la mañana esperando tener un mal día, seguro que lo tendrás, muy rara vez no se te cumplirá. Él decía: Deja de quejarte. Sé diferente de tu competencia. No seas un pato. Sé un águila. Los patos sólo hacen ruido y se quejan, las águilas se elevan por encima del grupo".

"Esto me llegó aquí, en medio de los ojos", dijo Jimmy. "Dyer estaba realmente hablando de mí. Yo estaba todo el tiempo haciendo ruido y quejándome, entonces decidí cambiar mi actitud y ser un águila. Mire alrededor a los otros taxis y sus chóferes. Los taxis estaban sucios, los chóferes no eran amigables y los clientes no estaban contentos. Entonces decidí hacer algunos cambios. Uno cada vez. Cuando mis clientes respondieron bien, hice más cambios".

"Se nota que los cambios te han pagado", le dijo el hombre, "Sí, seguro que sí", le dijo Jimmy. "Mi primer año de águila dupliqué mis ingresos con respecto al año anterior. Este año posiblemente lo cuadruplique. Usted tuvo suerte de coger mi taxi hoy. Usualmente ya no estoy en la parada de taxis. Mis clientes hacen reservas a través de mi móvil o dejan mensajes en mi contestador. Si yo no puedo servirlos, consigo un amigo taxista águila de confianza para que haga el servicio".

Jimmy era fenomenal. Estaba haciendo el servicio de una limusina en un taxi normal.

Posiblemente haya contado esta historia a mas de cincuenta taxistas, y solamente dos cogieron la idea y la desarrollaron. Cuando voy a sus ciudades, los llamo a ellos. El resto de los taxistas hacen bulla como los patos y me cuentan todas las razones por las que no pueden hacer nada de lo que les sugería. Jimmy el taxista, tomo una diferente alternativa: Él decidió dejar de hacer ruido y quejarse como los patos y volar por encima del grupo como las águilas.

No importa si trabajas en una oficina, en mantenimiento, eres maestro, un trabajador publico, político, ejecutivo, empleado o cualquier tipo de profesional, ¿Cómo te comportas? ¿Te dedicas a hacer ruido y a quejarte? ¿Te estás elevando por encima de los otros?."-


Estoy segura que conocemos muchos Patos, incluso puede que hasta hoy, hayamos sido uno de ellos, pero este es un magnífico momento para ELEGIR convertirnos en Águilas. Vamos a comenzar por una pequeña cosa, algo insignificante, haz algo que nunca sueles hacer, sonríe en el momento en el que lo habitual sería poner una mala cara, ¡sorprende a los demás! y te sorprenderás a ti mismo de los cambios que genera esa sorpresa en tu mundo. Cualquier pequeño cambio puede convertir un día gris en algo bueno que contar...

Recuerda, es TU decisión, y nadie más que tú puede tomarla. Pato o águila tú decides...

"A la gente le molestará la luz mientras no puedan verla en sí mismos. ¡No dejes de brillar por no incomodar a los que te rodean!"

¡Que pases un GRAN día de Águila! :o)

Un abrazo,
María MD.
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martes, 15 de febrero de 2011

¡Feliz Día de San Faustino!


¡Qué Gran Día el de San Faustino! Va justo detrás del más conocido, San Valentín, pero es igual o más importante que éste.

San Valentín es magnífico, saca lo mejor de nosotros, nos obligamos a sacarlo porque: "es San Valentín"; nos volvemos más amorosos, amables, cariñosos, detallistas,... hacemos cosas que no nos permitimos hacer más que "ese" día. Paseando por la ciudad se ve a los novios, esperando en una esquina, con un ramo de rosas y con cara de circunstancia, anulando la vergüenza que en otra situación sentirían porque... es San Valentín. ¡Me encanta San Valentín!, da lo mismo si se lo inventó una tienda, si es consumismo, si dicen que es una hipocresía, ¡Qué más da!, si con eso logramos dar y recibir amor aunque sólo sea 1 día, si con esto nos esforzamos para ser mejores... quizás necesitamos un empujoncito, una excusa, un "consuelo de tontos" porque vemos que los demás hacen el "ridículo" de la misma forma que nosotros... el Amor, SIEMPRE es bueno.

Cuando somos capaces de hablar de este día de forma negativa es porque pensamos, bien en el pasado o en el futuro; porque no somos capaces de disfrutar lo que en ese preciso instante tenemos ante nosotros, porque alguien que el resto del año no tiene detalles, ese día los tiene y, en lugar de alegrarnos, pensamos en todo lo que no nos ha dado y en todo lo que "creemos" que no nos dará. Cómo cambiaría todo si "simplemente" nos dedicáramos a disfrutar el presente, sin pensar en las posibles "motivaciones ocultas" de la otra persona, sin adelantarnos a los acontecimientos, ...

Pero yo quería hablar de San Faustino. San Faustino es "el día después", es el día de la resaca, en el que todavía hay coletazos de ilusión y de amor "tonto". Es el día en el que podemos DECIDIR una nueva vida de amor, o seguir con la antigua. Es un día en el que no estamos "obligados" a nada, pero todavía sentimos algo, y ese algo puede perdurar, puede crecer, tan sólo tomando esa decisión. San Faustino es magnífico, porque nos abre una nueva puerta llena de amor, llena de ilusión y de posibilidades. Ya hemos comprobado que tenemos las herramientas, que podemos sentir, ilusionarnos, disfrutar de la compañía de alguien plenamente... ¿Qué nos impide elegir esta opción?... tan sólo nosotros mismos.

¡Qué Gran Día el de San Faustino! Gran día de decisiones y de opciones. Continuemos con la estela que deja San Valentín y celebremos el día de hoy con la ilusión reposada y sabiendo que es una elección 100% nuestra, nadie nos empuja, ni nos obliga, sólo nos presenta una estupenda oportunidad de ser felices viviendo el presente.

¡Feliz Día de San Faustino a todos!

María MD.
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domingo, 2 de enero de 2011

¡Qué Gran Año el 2011!


¡QUÉ GRAN AÑO EL 2011!

Hace mucho que no escribo en el blog, y qué mejor que hacerlo con una felicitación por este año que acaba de empezar :o).

Te deseo de corazón, un muy feliz año nuevo 2011 :o). Como año que comienza, lo hace lleno de buenos propósitos, de grandes promesas, tanto hacia los demás como a nosotros mismos, de magníficos deseos... muchos de ellos van pasando de año en año diciendo:-¡Este año sí!, pero luego se diluye la energía con la que se creó la intención... ¿Qué crees que te impide lograr esos "nuevos" propósitos? ¿Acaso podría ser la experiencia pasada de no haberlos logrado?

Creemos que comenzamos el año siendo "nuevo" pero, habitualmente, se trata de un mismo año con distinto envoltorio. Comenzamos "intentando" que sea nuevo, pero nos olvidamos de lo más importante: para que un año sea distinto, nuestro pensamiento debe serlo también. El cambio comienza en el interior, dejando de hacerle caso a "esa voz" que, cuando llevamos un mes logrando nuestro propósito nos dice:- "déjalo, no te esfuerces, si todos los años haces lo mismo y nunca lo logras" o bien "total, para qué intentarlo, todo va a seguir siendo igual".

Empecemos el Año NUEVO de verdad, permitiéndonos soltar todos los fracasos pasados, todos los sufrimientos, los rencores, decepciones y repeticiones. Algo nuevo, es nuevo porque nunca nos ha ocurrido, y eso comienza por que nos "abrámonos a la posibilidad" de que algo distinto y desconocido para nosotros entre en nuestras vidas, y nos de la oportunidad de salir de nuestra Zona Conocida.

Si nos basamos en nuestro pasado para forjar nuestro presente, crearemos un futuro idéntico a dicho pasado. Una frase de Confucio dice: "Estudia el pasado si quieres pronosticar el futuro", ¡Rompamos ese círculo! y creemos un NUEVO futuro, tan sólo viviendo el Presente (EFT es una magnífica herramienta para ello ;o) ).

Te animo a que este año sea NUEVO, para que disfrutes de lo nuevo que entre, te permitas sentir algo que nunca has sentido, vivir algo que jamás has vivido, porque todo esto, te llevará a un futuro que jamás habrías imaginado.

“No mires nunca de dónde vienes, sino a dónde vas” Beaumarchais

Un abrazo enorme y Feliz Año NUEVO 2011
María MD.
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