jueves, 29 de diciembre de 2011

¡FELICES FIESTAS Y MAGNÍFICO 2012!


¡Feliz Navidad! ¡Feliz Nochevieja! ¡Felices Reyes Magos! Qué periodo más bonito la Navidad, momento de reencuentros y reuniones familiares, y época con la tasa más alta de ataques al corazón... ¡Qué bonito todo!

Celebramos que nace el niño Jesús, que viene Papá Nöel, que vienen los Reyes Magos (dependiendo del país en el que estemos)... resumiendo, CELEBRAMOS. Y en esta vorágine de celebraciones, gritamos, nos enfadamos, fingimos para pasar el trámite, renegamos, nos quejamos por tener que dar tantos besos y, en definitiva, afloran todos esos sentimientos y emociones que el resto del año mantenemos a buen recaudo pero que nos superan durante estos días. ¡Si es que vamos provocando!. ¿A quién se le ocurre reunir a toda la familia y esperar que, de repente, todos nos llevemos bien? Si eso no pasa el resto del año ¿Qué tienen de especial estas fechas para que algo cambie? ¿Por qué ha de ser distinto?... ¿Y por qué no?...

Todos los años enfocamos las fiestas de la misma manera y, lógicamente, ocurre lo mismo una y otra vez. Todos los años pensamos ¡Uf, la que se me viene encima!, y todos los años, se nos viene encima. ¿Qué ocurriría si, en vez de pensar en todo lo que ha ocurrido otros años, en vez de adoptar la misma actitud que el resto de años, decidiéramos cambiar algo? ¿Qué pasaría si, en vez de actuar acorde a una decisión "impepinable" que tomamos sobre alguien o algo diez o veinte años atrás, nos permitiéramos ver el AHORA de esa persona o situación? ¿Si en vez de quedarnos atascados en la inercia del pasado nos convirtiéramos en directores activos de nuestra vida? ¡Quién sabe lo que pasaría! Igual hasta conseguimos ser más felices... lo que es seguro es que lograremos unas fiestas distintas, y una percepción del futuro mucho mejor que la que teníamos.

Sólo actuando acorde a la respuesta de esta pregunta: ¿QUÉ HARÍAS SI NO TUVIERAS MIEDO? (gran frase del libro: "¿Quién se ha llevado mi queso?")comenzaríamos a forjar las "Fiestas Perfectas" ya que, si no tuviera miedo a dejar ir mi orgullo, probablemente abrazaría a esa persona que hace unos años me hizo sentir mal. Si no tuviera miedo a parecer débil, probablemente le diría a esa persona lo importante que es para mí. Si no tuviera miedo a sentirme ridículo, daría besos y abrazos a toda mi familia y amigos, incluso a más gruñón de todos. Si no tuviera miedo a perder la compostura y esa fachada de "que todo lo puedo", diría más Te Quieros y pediría ayuda y consuelo cuando lo necesitara. Si no tuviera miedo a dejar detrás todo lo malo que me ha ocurrido en el pasado y me atreviera a disfrutar del momento presente, sería feliz.

Hay quien ve en estas fechas falsedad, obligaciones, y que si el resto del año no hablas con "Pepito", por qué has de hacerlo ahora. Yo veo una oportunidad, un momento en el que tienes la posibilidad de cambiar tu vida y tu relación con los demás. Una excusa que viene de fuera y te puede servir para justificar tu cambio. Un momento mágico para lograr tu Paz Interior porque, te voy a contar un secreto... todo el rencor que guardas buscando castigar a ESA persona, ¡SÓLO TE HACE DAÑO A TI!.

Si con la excusa de las Fiestas Navideñas somos más amables, tanto con los demás como con nosotros mismos, aunque sólo sea durante un minuto... habrá valido la pena.

Queridos amigos, Gracias por estar ahí. Os deseo de corazón unas fiestas llenas de cambios y de Paz.

Un abrazo,
María MD.
www.lalumairisada.es