lunes, 27 de mayo de 2013

Digo, Diego & Family

Amigos, lectores, Digos, Diegos y familia... A todos vosotros, y a mí misma, dedico esta entrada. Hablaré de fidelidad, de honra, de coherencia, del clan, de culpa y de pérdida de tiempo.

¡Qué bonita es la familia! (Lo digo ahora que tenemos lejos la Navidad y las obligaciones familiares...ejem) Es tan bonita, que nos pasamos la vida criticándola. "¡No aguanto que mi madre haga ...!" "¿No se da cuénta el ridículo que hace ....?" "¡Yo nunca seré como mi padre que le pone los cuernos a su mujer!" etc. Y muchas más cosas que decimos a lo largo de nuestras vidas. Ahora bien, ¿Qué pasa cuando alguien de nuestra familia muere o le ocurre un accidente grave o hemos de vivir lejos los unos de los otros? Pasa, que se va a la porra nuestra coherencia e incluso nuestra esencia o principios.

Lo he visto en consulta y en mi entorno más cercano, e incluso me he descubierto a mí misma "con las manos en la masa". Todo lo que criticamos de algún familiar (valen tanto familiares como amigos íntimos, etc.), se convierte en algo a imitar cuando este muere. ¡Da igual lo que criticáramos! Cuanta más fuerza tuviera la crítica, más lo incorporamos. Incluso lo que más odiamos y rechazamos, lo incorporamos. Donde dije Digo...

Un ejemplo estupendo que parece una norma más que una casualidad, es el fenómeno madre-abuela-Dios. Abuela religiosa, madre que ni fu ni fa. Muere la abuela, y la madre comienza a acumular estampitas y a decir frases religiosas con "copyright abuela" (en casos extremos hasta comienza a ir a misa... Por primera vez).

Da la sensación de que un "algo", una parte de esa persona que ya no vemos (por el motivo que sea), se queda con nosotros. Y sentimos la necesidad-obligación de honrar su memoria repitiendo su vida... en lugar de vivir la nuestra. Es como si nuestras necesidades personales, emocionales y espirituales, pasaran a un segundo plano. Es más importante honrar a esa persona que a mi mismo. Da igual todo lo que dijera hasta el momento, todo lo que pensara o todo lo que sintiera. Es una forma de tener cerca a quien ya no lo está. Ahora toca ser Diego :o).

A simple vista parece algo "digno de un buen hijo" (buen amigo, etc.), ¿no? ...

El problema que todo esto esconde "alguna que otra" culpa. Culpa por tantas cosas no dichas y no hechas con esa persona. Culpa por haberle hablado a gritos y no haber valorado lo que hacía por nosotros. Culpa por tantos y tantos días desperdiciados. Y culpa por no habernos molestado en Conocer, de verdad, a nuestro ser querido. Sus anhelos, deseos y razones para hacer lo que hacía y que le llevaban a ser como era. Querer a alguien no es imitarlo, es ser capaz de verlo y entenderlo, desde lo que tú eres, con tus diferencias (que te hacen único), y con la suficiente responsabilidad y respeto por uno mismo, para saber que, si algo no me gusta o no comparto cuando esa persona está viva, no estoy en la obligación de cambiar mi pensamiento por el hecho de que ya no esté conmigo.

Ya sabéis de lo que hablo. No significa que no podamos cambiar de opinión. Cambiar y avanzar es siempre la mejor opción, y el aprendizaje nos lo posibilita. De lo que hemos de ser conscientes es de saber por qué hacemos esos cambios. Si lo que nos guía es el amor, que nos abre los ojos ante algo que antes no veíamos; o la culpa, por todo eso que no hicimos y que, la única forma que concebimos de aplacarla es con el sacrificio máximo... Nuestra propia identidad. 

La mejor manera de honrar a nuestros seres queridos, es siendo la mejor versión de nosotros mismos, para que nuestro árbol crezca con savia renovada. 

Nuestras vivencias, dolor, orgullo, y emociones varias vividas a lo largo de nuestra vida, nos impiden hacer lo que nos gustaría. Nos impiden decir "tequieros", nos impiden abrazar, dar besos, y demostrar amor... Pero bueno, saberlo ya es un paso ;o). Y todos los pasos son buenos, aunque a veces parezca que no avanzamos.

Como he dicho al principio, esta entrada es para vosotros y para mí misma, a ver si a fuerza de recordármelo lo pongo más en práctica ;o).

Os mando un e-abrazo con muuuucho cariño (consciente de que os lo doy con cariño, y sin culpa ;o)).

Gracias por estar ahí.
María MD
www.laplumairisada.es
www.yporqueyonopuedo.es