lunes, 11 de mayo de 2015

MORSE, NOKIA, MI YAYO, GRACIAS

Ya tenía ganas de escribir esta historia :)
Todo comienza hace aproximadamente 15 años (que se dice pronto), pero antes un poquito de historia para entrar en calor.
Mi yayo Santiago fue Guardia Civil y el 1º de su promoción con el Código Morse (él era de transmisiones). Recuerdo desde siempre sus historias sobre ello y me contaba que le decían que cuando transmitía él, todos le entendían. Le encantaba aprender, leer, estudiar, curiosear… de hecho, no he conocido a nadie que disfrutara tanto con el conocimiento, todo tipo de conocimiento (lógicamente “adicto” a Saber y Ganar). Desde pequeña, me enseñaba fotos de animales, de cuadros, de esculturas, de naturaleza (vendía enciclopedias de Salvat, cuando no había wikipedia ;)), y yo disfrutaba muchísimo. Gracias a él sé lo que es una musaraña (y lo que es mejor, lo sabía con menos de 10 años). Huelga decir que también me enseñó (o intentó enseñarme) morse desde siempre, y tengo ni sé cuántas páginas con el código bien explicadito (... no conseguía aprendérmelo... ).
Creía en la unión de los seres humanos como uno solo, sin diferencias y como hermanos. No hablaba mucho… hasta que se soltaba. De hecho, sentados en el sofá,  sabía que iba a empezar a hablarme porque hacía unos movimientos con la pierna como para coger impulso. Era de una época en la que los hombres no expresaban sus emociones (quizás de ahí viene la úlcera y demás cosas que vivió), pero pese a no decir, decía. Decía cuando se le iluminaba la cara al verme, cuando jugaba conmigo a las cartas y me dejaba hacerle trampas, cuando simplemente se quedaba inmóvil en el sofá para no despertarme. Decía cuando me veía a lo lejos y aceleraba el paso, y cuando se ponía algo después de decirle que me gustaba cómo le quedaba.
En uno de esos días que estaba con él, de repente me llegó un mensaje (no había whatsapp) a mi móvil Nokia. No sé si recordaréis el tono tan característico de Nokia (pipipi piiipiii pipipi). En ese momento veo a mi yayo girarse hacia mí y decirme: “¡Eso es morse! ¡Acaban de decir SMS en morse!” Se me quedó cara de póker.
Ese fue el día, hace unos 15 años, en el que los conocimientos de mi yayo sobre el código morse tuvieron sentido para mí (… antes sólo lo veía como algo curioso). Así que amigos, en Nokia, sabían morse.
Esto, a simple vista no tiene importancia, pero yo lo atesoré como un “secreto” que, en mi cabeza, sólo conocíamos mi yayo, Nokia y yo … De hecho, cada vez que lo he contado (no creas que a muchas personas) he reafirmado esa teoría ;). Así que, hoy lo comparto con todo aquel que quiera leerlo.
Es por el agradecimiento que siento, y en honor a mi yayo (gracias yayo) y a esta experiencia, que he querido poner mi granito de arena para que el morse vuelva a despertarnos curiosidad. Por eso he diseñado una pulsera superpoderosa de Gratitud en código morse. Es una edición limitada, y si quieres verla y conseguir una, entra aquí: http://www.laplumairisada.es/44.html .

Va por ti yayo :). Gracias.

Con mucho cariño, aquí tenéis un pedacito de mí.
María MD
www.laplumairisada.es
www.yporqueyonopuedo.es 

No hay comentarios:

Publicar un comentario